Mi vuelo sufrió un percance y
tuve que aterrizar de urgencia,
Estabas destellando en la isla
más cercana,
Aterricé en ti e impregné mi
esencia,
Me acogiste sin preguntar nada.
Entonces te llené de calor,
Y creamos un hogar al que
llamamos; casual…
Con ideas de futuro en la pared,
como parte de la decoración,
Y desvelarse era vida porque
siempre teníamos de que hablar.
Me ofreciste tu terreno fértil
para cultivar,
Tenía sólo una semilla que no era
para esta tierra,
Tenía destinado su propio lugar,
Pero olvidé y decidí sin pensarlo
que sería buena la cosecha.
Juntos nos empeñamos,
Juntos, hasta que mis alas
estaban sanas,
Y recordé adónde debí volar…
Recordé lo antes planeado,
Emprendí mi vuelo sin avisar… Para no volverte a ver jamás.
El corazón tiene sus razones,
No suficientes para explicarlo
todo,
Pero siempre cumple el rol de
quebrar sentimientos y destruir emociones,
Justo cuando te sientes pleno,
cuando crees tenerlo todo.
Y no hubo cosecha entonces,
Nuestro fruto había marchitado,
Me quedé sin semilla para el
terreno que debió ser sembrado,
Ahora estoy confuso, pero el
corazón tiene sus razones.
Autor Original: Nior Nathán
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